Me presento,
soy Victoria Spradling,
Chilena,
Acuariana ,
ascendente en Leo,
Luna en Géminis,
descubriendo el mundo,
eterna aprendiz y con ganas de transmitir mis conocimientos a ti y al mundo.
Astrología psicológica, luna, nutrición (health coach), registros akashicos, ley de la atracción, rituales, tantra, mandalas, zen, TAO, ho’oponoopono, espiritualidad, coaching, purna yoga, embodiment, YIN… han sido mi base.
Desde muy joven que me muevo en este mundo de sanación y salud por una necesidad de sentirme bien física y psicológicamente.
A los 15 años comencé con una alergia extraña y muy fuerte a los colorantes y comida envasada. No podía comer nada, solo cosas naturales (era la loca de mi edad porque nadie entendía que yo no comiera lo mismo que ellos). El mismo año me encontraron problemas a la tiroides, (tiroiditis de Hashimoto), el cual lo tengo casi sanado por un cambio de alimentación que hice (evitar el gluten), esto a pesar que los doctores me decían que no tenía cura y que tendría que tomar remedios toda mi vida. Fue a esta edad también, donde decidí ser vegetariana y empecé a trabajar en mi sanación.
Era paradójico, la persona más sana para comer se encontraba enferma todo el tiempo y cada vez tenía más enfermedades. Pero fue en este instante en que comencé a aprender a eliminar alimentos, personas, situaciones, experiencias en mi vida para iluminar. Eliminar para iluminar.
Paralelo a mi curiosidad por la alimentación saludable, a los 16 años, comencé un curso de constelaciones familiares y empecé a sanar las heridas de mi árbol genealógico. Entendí mucho más la vida espiritual y energética, y aprendí a reconocer a mis padres como maestros. También tuve mi primera lectura de carta astral y me empecé a interiorizar en la astrología.
A los 19 años emprendí mi camino a la transformación. Salí de la comodidad, de la burbuja, y me atreví a vivir una vida totalmente nueva desde lo desconocido. Me fui a Australia sin saber el impacto que tendría en mí. Sin saber que hoy te estaría escribiendo gracias al cambio que me regalaría este país.
Toda mi vida viví en la ciudad, y en Australia tenía la suerte de despertarme y mirar todos los días el mar en una vida de ensueño y, lo más importante, conocí a una de las personas que más me marcó en este camino, una mujer que sin darse cuenta me transformó y me ayudó a ver con mayor claridad. Ella es celiaca y su alimentación es en base de comida natural, por lo tanto tener su ejemplo en casa me enseñó a comer más sano e inmiscuirme en este “mundo”.
Eternas gracias Javita Palacios, fuiste un gran ejemplo para mi, marcaste mi camino.
Luego seguí mi camino a Bali, Indonesia, donde floreció mi lado espiritual, creativo y empecé a tener más claro lo que quería seguir en mi vida. En ese entonces comencé a cuestionarme la religión que había seguido toda mi vida y decidí dejar de ser parte del movimiento católico y conocer otras religiones, otros valores, otras enseñanzas y comencé a sentirme muy identificada con ellas. Aquí aprendí que hasta el balinés sin dientes sonríe feliz, que la riqueza no está en lo material, sino dentro de cada uno y que la flor que me marcaría de por vida seria la Frangipani.
Luego volví a Australia impactada y ya con un gran cambio dentro mío. Llegué a vivir a Byron Bay, un pueblo hippie de Australia y el lugar más increíble y especial en el que he estado. Aquí habían grandes avances en temas de yoga, terapias alternativas, bienestar y todo lo que me gustaba. Fue en este lugar donde me dediqué a estudiar inglés e hice un curso de aromaterapia y tarot zen. Unos meses después, sin darme cuenta, había llegado el momento de volver a Chile.
De vuelta en mi país de origen, a mis 20 años, empecé a estudiar Psicología Humanista Transpersonal donde tuve la oportunidad de conocer a las mejores amigas, personas… obtener los mejores conocimientos, estudios, ejemplos, bases científicas y teorías que avalaban mis creencias espirituales para seguir adelante. Ellos me entregaron una base más científica y explicable para poder defender mi conocimiento ante los más escépticos. Fue acá también donde me empece a interioridad en el mundo del Yoga.
En este periodo me dediqué a estudiar y trabajar en una tienda de ropa, una tienda online de carteras traídas de Bali que abrí con mi prima y en una empresa de Babysitters. Fue un periodo caótico, en el que no paraba de correr y llenarme de proyectos y nuevas ideas. Pero no tenía tiempo para mí y para poder hacer cosas que me equilibrarán y me tranquilizaran.
A penas respiraba, no tenía tiempo.
Fue un 29 de febrero, a los 21 años, donde literalmente paré de respirar y donde mi vida dio un giro radical:
Clínica , riesgo vital, UCI, trombosis, milagro de estar viva, coágulo que no deja fluir mi sangre, no me dejaba fluir a mí, embolia pulmonar, cambio de vida radical.
Nueva Victoria.
Nueva vida.
Renací
Desde acá te escribo.
A cada cable que tuve conectado le encontré un significado más allá. Verme llena de
tubos, inyecciones, sueros y remedios a la vena, me hizo darme cuenta como la falta
de conexión conmigo misma, y no haber escuchado mi cuerpo con los síntomas que
me estaba entregando, me obligaron a estar conectada a maquinas que suplen esa
falta para poder re-conectarme con él y poder ayudarlo a sana.
No es casualidad que a nivel espiritual, la cualidad del Pulmón es la presencia, el estar
aquí y ahora, conectando cuerpo, mente y alma a través de la respiración,
y trascendiendo el concepto de vida y muerte.
En este tiempo, me vi obligada a estar tranquila, paciente, dependiente de otras
personas… para volver a mi esencia y encontrarme como ser humano finalmente, cosa
que era imposible en mi estilo de vida hiper-activo.
Fue de tal magnitud el impacto que tuvo en mí, que decidí seguir mi camino con solo las cosas que me hacían feliz y me traían bienestar, y dejé atrás lo que me estancaba y bloqueaba. Una de esas cosas fue la universidad, porque sentía que lo mío iba mucho mas allá, sentía que tenía que estudiar fuera de Chile
Aquí fue donde me di cuenta que la vida es demasiado frágil y que si uno no hace hoy lo que le gusta, mañana puede ser muy tarde. Y empecé a entender que los sueños no se cumplen, se trabajan, y empecé a trabajar por los míos.
Misteriosamente el único deporte que me dejaron hacer después de la trombosis, fue Yoga, para poder ayudar a que mis pulmones volvieran a su capacidad y mi cuerpo se empezara a sanar, así que no me quedó otra que ponerlo en práctica. Como me vi obligada a parar, comencé a adentrarme más en meditación, pranayama, kirtan, yoga, relajación e hice un curso de registros akashicos donde me enseñaron a abrir mi intuición y comunicarme con mis propios maestros, para que ellos me guiaran en mi evolución.
Aquí aprendí a canalizar para mi y para otros.
Dicen que cuando el alumno está listo, aparece su maestro, y fue aquí donde llegó a mi camino otra persona que me enseñó mucho, la cual me mostró todo el lado de nutrición, creatividad, bienestar y tanto más. Organizamos un retiro de Yoga y Cocina saludable (Retiro detox) y estuvimos una semana dedicadas a cocinar sin gluten, azúcar, químicos, lácteos… . Todo esto en una casa en la playa con un ambiente de relajación.
Gracias Rosario Calvo porque sin querer, guiaste mi camino hasta acá.
Se podría decir que cuando decidí cambiar el enfoque de mi vida y empecé a proyectar la misión que tengo en esta encarnación , un mundo de posibilidades se abrieron. Trabajé e hice cosas con tanto sentido para mí y para el resto, como en áreas de reciclaje y sustentabilidad con niños, empecé a poner todos mis conocimientos en práctica e hice terapias de auto-transformación a grandes mujeres que las acompañé en su proceso de re-creación de sus vidas.
Muchas gracias a mis clientes preferidas y a mis “Mujeres de loto” que me ayudaron a reafirmar lo que vine a hacer a este mundo y lo que hoy sería FRANGIPANI.
El año 2016 también hice un curso de Astrología, curso de coaching de relacionamiento y comunicación estratégica. Me interioricé en el mundo del Yoga y la meditación, estudié mi carta astral profundamente para un completo autoconocimiento y me leyeron mis registros akashicos, donde me quedo más claro cuales eran mis misiones y como ponerlas en práctica.
También me dediqué a estudiar a fondo el TAO, alimentación consciente, ayunos intermitentes y tanto tanto más que te iré contando por esta página.
Fines del año 2016, emprendí vuelo hacia Australia nuevamente, sabiendo que no volvería por un largo tiempo a Chile. Llegué a reconectarme con esta tierra sagrada y creé mi página de Frangipani para poder compartir lo que siempre supe, había olvidado y era la hora de recordar.
Una página que sería fiel testigo de todos mis procesos y acompañante en mi camino recorrido.
Unas semanas después, me fui camino a Bali nuevamente para hacer cursos de cocina saludable y probar absolutamente todos los postres y comidas saludables que existían para aprender a hacerlos yo misma y poder elegir desde la calidad. También para conectar con esta cultura llena de rituales y manifestación.
Luego seguí mi camino a una de las mágicas islas de Hawaii y fue acá donde reconecté con el ho’oponopono y las raíces femeninas de la polinesia.
Volví a Australia y empecé mi curso de “Integrative nutrition/health coach” donde aprendí, a grandes rasgos, que ser saludable tiene que ver con una gama enorme de diferentes aspectos en nuestra vida, como por ejemplo la calidad de nuestras relaciones, espiritualidad, ambiente en el hogar, horas de sueño etc., y aprendí técnicas increíbles de coaching y nutrición holística que luego me ayudarían para formar Frangipani.
Unos meses después, comencé un viaje a Europa para maravillarme con su cultura, aprender sobre alimentación real y para hacer un curso de cocina crudivegana y bienestar con Rosario Calvo en Mallorca, España.
Fue en junio 2017, donde volví a Australia nuevamente y empecé mi curso de “Purna yoga” de 800 hrs en Byron Bay, Australia por un año. Al principio sufrí. Me di cuenta que estudiar Yoga era muy diferente a practicarlo. Todo era en Inglés y a la tercera semana ya estaba haciendo clases en público, lo cual me aterrorizaba. Sin embargo hoy agradezco esto, porque me dio la seguridad de pararme frente a mis estudiantes en ingles y español. Este curso flexibilizó mi cuerpo, mente y espíritu, dejando una rigidez de mi linaje atrás y expandiendo la energía para seguir explorando este mundo intangible.
Durante el segundo semestre 2017, seguí mis estudios de nutrición holística, yoga, astrología, y empecé a conocer los aceites esenciales que me cambiaron la vida. También me dediqué a vivir una vida muy sana, nadando en el mar todo los días, haciendo mucho deporte, caminando, conversando, reflexionando, cocinando, bailando y dejando todos los productos químicos para siempre .
Ya entrando en el 2018, y cumpliendo 23 años, decidí que me reconocieran por mi nombre y apellido.
Despertar, salir a la luz, atreverme a brillar, atreverme a ser yo.
Luego de esta transformación, habían muchas cosas que ya no me hacían sentido y decidí terminar mis 500hrs de Yoga e irme a Bali a hacer mi especialización. Necesitaba más movimiento, más fluidez, más espontaneidad. Necesitaba re-conectarme con mi sensualidad inherente. Necesitaba bailar y moverme como forma de expresión, meditación y conexión conmigo misma.
Nací latina por alguna razón… llevaba el fuego en mi sangre.
Fue en abril 2018 cuando me fui rumbo a Bali nuevamente para hacer un curso llamado “Emdodied feminine awakening” y luego “YIN yoga teacher training” con Tina Nance en Yoga Barn, Ubud. Cursos que me cambiaron la vida y despertaron a una Victoria llena de color y feminidad.
Tina, fue la persona responsable de guiar mi camino en el mundo de la mujer, empoderar mi feminidad
y enseñarme a hacer clases de Yoga más conscientes y presentes desde la mirada de la
medicina China y mindfulness para darle sentido a cada postura.
Meses después nos fuimos a vivir a una isla, donde pasamos días nadando en su agua turquesa y caminando descalzas. También fue acá, donde me conecté con mi astrología y empecé a leer cartas astrales en inglés (gracias a mi gran maestro envuelto en amor Greg Heath). Sorprendentemente, me pedían más y más, y me fui dando cuenta que esto era algo que quería y tenía que hacer de por vida, era demasiado el impacto que tenía en las personas, y yo no era capaz de explicarme el por qué. Aquí también fui poniendo en práctica la gran cantidad de conocimiento que aprendí en mis cursos y llevándolo más a la experiencia. Fue esta isla la que me reconectó con mi poder femenino, y me bajó las revoluciones para entender finalmente, que mi poder femenino reside en la calma, presencia y aceptación del momento presente. Fui abrazando y haciendo mías las cualidades de rendición, confianza, aceptación, apertura, recepción divina, emocionalidad, amor incondicional y sexualidad sagrada.
Fue acá también donde dejé la apertura para que energía masculina entrara a mi vida, porque yo estaba en mi femenina.
Mi vi rodeada de amor maduro, admiración y cariño. Me vi rodeada de mis reflejos.
Cada día, fue mejor que el de ayer.
Ya con mucho cambio, experiencia y ganas de seguir aprendiendo, me fui a Ubud nuevamente a practicar yoga, meditación, pranayama, ecstatic dance y embodiment cada día, todo el día. Acá tuve el privilegio de ser la asistenta de mi gran maestra Tina Nance en sus clases de “Yin yoga healing”, en Yoga Barn. También me dedique a hacer muchos talleres sobre hormonas, feminidad y círculos de mujeres para seguir aprendiendo.
Estos 5 meses en Bali, cambiaron mi vida radicalmente. Me hicieron inmensamente feliz cada día, me balancearon, me acercaron a mi propósito, transformaron cada célula de mi cuerpo para que hoy te pueda hablar desde la mujer más grande en la cual me convertí.
Seguí rumbo a Hawaii a rodearme de flores, colores y mucha naturaleza, trabajar en mí y en mis proyectos.
Acá fue donde todo se alineo, uní puntos y entendí finalmente el impacto y gran transformación que tuve todos estos años.
Entendí finalmente la enseñanza de los eclipses que tanto hablaba, que nos venían transformando desde fines de 2016 con la misión de reconocer nuestra luz y compartirla al mundo.
Ahora todo me empezó a hacer sentido…
Ahora me encuentro en Chile compartiendo todo lo que he aprendido y después sigo mi camino desconocido por conocer.
Te invito a ser parte de mi aventura y que todo lo que llegue a mí, llegue a ti.
Deja las expectativas, juicios y limitaciones y acompáñame a vivir sin mucha explicación, disfrutando del momento.
Bienvenidos a Frangipani
Sólo quiero decir..
Qué historia de vida más bella.
Me encantaría trabajar mi carta astral contigo, siento que desde ahí podría entender y potenciar áreas de mi vida en las que llevo mucho tiempo estancada.
Saludos.
Victoria que linda tu historia, me resuena profundamente! Durante esta cuarentena me he ido conociendo y describiendo quién verdaderamente soy me leí mis registros akashicos y mi carta astral, y entiendo que mi propósito es ayudar a los demás a solucionar sus problemas con mi sabio consejo y siento que el camino que tomaste es el que quiero empezar a hacer ahora. Me inspiraste mucho!!